miércoles, 31 de agosto de 2011

Espíritu inocente


Esta obra es parte de mis propias experiencias y la forma de cómo comunicarlas, las características de esta obra potencialmente representa a un conjunto de niños de la comunidad de Huaycán, recreando su universo de imágenes reconociendo las formas, los dibujos, los colores y los rasgos característicos de cada niño. La técnica responde a un estilo de nuestras sociedad tecnologizada más los ideales de un arte de belleza popular, donde la calle educa y nutre la vista, pero nada sería posible si no existiera políticas de salud y educación adecuadas y dirigidas a transformar la pobreza y el hambre hacia las comunidades más alejadas.

jueves, 11 de agosto de 2011

La “Nación” existe - Diario Expreso

“Cuerpo de nación”, “felicidad” y Bicentenario de la Independencia del Perú.

http://www.expreso.com.pe/noticia/2011/08/07/la-nacion-existe


En el s. XVIII un autor del “Mercurio Peruano” (1794) decía que la política española casi había fracasado. La revolución separatista de Túpac Amaru II reveló que en lugar de una convivencia pacífica se habían formado dos comunidades en guerra constante. Es la metáfora de un Estado bicéfalo y este no puede subsistir. En lugar de dos grupos decían que había que formar un solo “Cuerpo de nación”. Se trataba pues de un proyecto de integración cuando ya había surgido un 23% de mestizos. Según Viscardo la “balanza del poder” se inclinaría donde se situaran los mestizos.
Durante un milenio el Occidente recurrió a la metáfora del “Cuerpo”: “Cuerpo político”, el Estado; “Cuerpo místico”, la Iglesia; y “Cuerpo celeste”, el Cosmos. Son ideas de una época y desaparecen con la moderna sociología que inunda el mundo con el concepto de “Nación”. Es teoría “organicista”. O sea, comparar, por analogía, con el “Cuerpo”, que expresaba la necesaria cohesión de la comunidad. Hay que advertir que en esa época “Nación” y “Estado” se confunden. Fichte aclaró su diversidad. El concepto de “Cuerpo de Nación” se usó en Europa: Rousseau, Montesquieu, Jovellanos, incluso Viscardo y Guzmán. Este concepto se aplicó para interpretar la guerra de castas. Matalinares decía en el “Mercurio Peruano” que el Estado en el Perú era un “monstruo político” de “dos cabezas” que no viviría mucho. Había que unificarlos en un “Cuerpo de Nación”.
Esa idea se repite en muchos textos. Mas tarde, en 1822, José Gregorio Paredes, Rector de San Marcos, plantea también la guerra de castas (“continua repulsión”); cree que al “grito de libertad” vinieron a “unirse” en un “Cuerpo de Nación”.

Felicidad social
Hemos comprobado que el concepto de “Cuerpo de Nación”, lo mismo que el de “felicidad” social como proyecto aparece en la Constitución de 1823, antes en la de Cádiz de 1812 y en todas las de Hispanoamérica. Este se convierte así en la médula del concepto de Independencia. Es el cambio de la monarquía patrimonial al Perú independiente, Estado-Nación. La Constitución de 1823 dice: “todas las provincias del Perú reunidas en un solo “cuerpo” forman la Nación Peruana”. Y en la prefacción se dice: “afianzar sus libertades, promover su felicidad”. Subrayamos que la idea de “Felicidad” fue fundamental en el ideario de todas las Constituciones de América. En este año la ONU propone la “felicidad” como proyecto.
En el texto citado no aparece exactamente el binomio Cuerpo-Nación, sino separados. Interpretamos que las “provincias” se transforman en Nación mediante el hecho político de la Independencia, como dice José Gregorio Paredes, “al grito de la libertad”.
Conviene citar la etapa histórica de la palabra “Nación”. La primera etapa es “Nación, lengua y raza”; “Nación contractualista” y “Sociedad global”, señalada por Marcel Mauss y Georges Gurvitch en el s. XX. En la segunda etapa hay que recordar el binomio “Nación-Estado”. El texto de la Constitución de 1823 da a entender que el “Estado” es el creador de la “Nación”, idea ésta de Max Weber y también, entre nosotros, Jorge Basadre.

En las Constituciones
Interesan las definiciones de “Nación” de las Constituciones del s. XIX. En el prefacio de la de 1823 se dice, “promover su felicidad”; “la soberanía reside esencialmente en la ‘nación’”. La soberanía es el rasgo fundamental del Estado, lo que antes se llamaba “summa potestas”.
En las Constituciones de 1828, 1839, 1856, 1860 y 1920 consta que el Perú es una “asociación política de todos los peruanos”. En otras simplemente se omite la definición de “Nación”. Ya se sabe que “Asociación”, como dicen Rousseau y Bolívar es una etapa superior de la “agregación”. En los textos citados la “Nación” es concebida como “Asociación” y un “Estado”. Hay que tener en cuenta que la “Nación” y el Estado básicamente son territorio, población o sociedad dividida en clases y la soberanía. Igual es el esquema de la “nación” donde ésta genera la soberanía que transfiere al Estado. En este artículo no nos interesa la Constitución sino la definición que ésta da de la “Nación”. Hemos visto el tema de la “asociación” y el “asociacionismo” que aparece en gran cantidad de textos, incluso Pradier Fodere le dedica una monografía a este último.

Nación en formación
Por otra parte, se habla ya de la “Nación” como ya formada pero hay que reconocer que aún no existía una comunidad completa. Podemos recurrir a la tesis de la “Nación en formación”, opinión ésta que ya aparece hacia 1850 en las Bases de la Constitución de Argentina de Juan B. Alberdi. Igualmente, el catedrático de San Marcos, Carlos Wiesse, hace referencia a la “Nación en formación”. Tanto José Carlos Mariátegui y Haya de la Torre recogen esta idea. Para Mariátegui la “Nación” vendrá con el Socialismo. Para Haya de la Torre, aunque a éste más le interesa la “Nación continental”, la Nación aún espera una revolución “democrático-burguesa”. El concepto de Nación en Haya de la Torre esta prefigurado en el “Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales”. Tanto Mariátegui como Haya ya representan una idea clasista de la “Nación”, superando la de “Castas o razas”. Creo que con todo lo anterior hemos avanzado con los conceptos mencionados de “Felicidad” y de “Cuerpo de nación”. Queda aún pendiente una mejor ordenación de la relación entre Nación y el Estado. Se habla entre nosotros del Estado pluricultural y multiétnico. Sobre el Estado recordemos lo que nos decía Basadre: Si hay Estado tiene que existir Nación. A una pregunta de Pablo Macera, Jorge Basadre contestaba que ya teníamos un Estado desde las sociedades Preincas. La “Nación” existe, falta la inclusión social.

MIGUEL MATICORENA ESTRADA
Historiador y catedrático